IA: un pozo sin fondo de gasto de energía, agua y CO2
Por: Jade Lindgaard
Si el clima fuera una inteligencia artificial (IA), el mundo estaría salvándolo. Ante el tsunami de inversiones públicas y privadas programadas para sus infraestructuras, resulta tentador desviarse del famoso eslogan: «Si el clima fuera un banco, ya lo habrían salvado». Porque si bien estos anuncios financieros brillan con el oro de los beneficios futuros, eclipsan un problema igualmente exponencial: los desastrosos impactos ambientales de la IA.
Para leer el artículo en su texto original haga CLIC AQUÍ
Alternativa de formación ciudadana en municipalismo, democracia, ética pública, medio ambiente y derechos humanos